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miércoles, 12 de marzo de 2008

He Habido

He temido a la vida transcurrir insensiblemente ante mis ojos. He buscado a un dios en el escepticismo. Me he transportado a la velocidad del tiempo y aún no he conocido de espacios.
Conozco de definiciones, de barreras, de huellas perennes, de frustrados fracasos fracasados. Sin embargo, la ciencia moderna no ha podido demostrarme la verdad evidente en las afectaciones.
He conceptuado al hombre como el ser que cree en la verdad que lo beneficie.
Sujetado a un peldaño de la escalera flotante e infinita, diviso a la angustia harapiada de hermosura.
He padecido la alienación, los semáforos y las fábricas plomizas que enturbian cielos rosados, galácticos.
Me he comportado como una máquina. He obedecido los delirios de grandezas de la masa adinerada. He acatado órdenes morales que no he discutido.
He callado.
He profundizado aislando hechos. No he reformulado las preguntas. Francamente, no me he preguntado.
En el desierto se erige el “castillo gris” y no he querido entrar por pavura a mimetizarme en sus paredes y luego no reencontrarme.
El “status quo” (lo establecido) me ha hipnotizado y sólo veo lo que él quiere que vea.
Me he conformado con triángulos y he desechado las líneas y los círculos. Me enfrasqué en las geometrías.
He permanecido en la luz y no me he asombrado de mi propio desconocimiento.
Me he sometido al principio de contradicción que aloja el modismo esnobista “todo está inventado” de los mediocres sometidos. En consecuencia, he pensado lógicamente.
Jamás me he masturbado mirándome al espejo.
He percibido, visto, olfateado, hablado, oído, gustado, tocado; no he percatado, mirado, advertido, oliscado, argumentado, escuchado, saboreado, acariciado
AHH!!!! El grito siniestro ensordece la necedad: ¡No he sentido!

El justiciero

Se escucha el bramido de una criatura salvaje. La criatura desde el suelo ve borrosamente que Mariano, con una espada manchada de sangre, s...